Intervención en Onda Oliva de Antonio Vellarino el 30 de junio de 2009

Buenas tardes a todos.

En mi última intervención en la radio hablé del poco interés que mostraba el alcalde y su equipo de gobierno por el futuro de nuestro pueblo. Y lo decía basándome en que no habían hecho absolutamente nada en asuntos tan importantes como el polígono industrial y la vía de circunvalación.
Pero hay otros asuntos donde también se pone de manifiesto la apatía y el desinterés de las personas que nos gobiernan. Ya me he referido en mas de una ocasión al pésimo estado de los jardines de nuestro pueblo.
Bueno, pues les da igual: la plaza de España sigue abandonada, las plantas con hierbas y pisoteadas y la fuente sigue sin funcionar. Algunos dirán: es que como la hizo el CIO por eso está abandonada. A lo mejor tienen razón, pero hay cosas que no hizo el CIO y también están igual de abandonadas y si no vean cómo está el parque de las Madronas, ¡de pena! Y menos mal, que el CIO le puso el alumbrado.


Si nos damos una vuelta por el parque que la gente llama de los patos lo primero que había que hacer es llamarle de otra forma porque los patos desaparecieron cuando llegaron al poder los socialistas. Frente al centro de salud hay un pequeño jardín junto a la placa que se puso a los donantes de sangre. Alguien rompió hace meses los pivotes que sostienen las cadenas del jardincillo. Pues allí siguen rotas y los pivotes por el suelo

¿Y los Grifos? ¿Han visto cómo están los pilares de los Grifos? Este es uno de los pocos sitios que quedan donde mucha gente se abastece de agua para el ganado ¿Desde cuándo no se cambia el agua y se limpian los pilares?

Si nos damos un paseo por el pueblo les propongo que se fijen en los árboles. Ahora que viene el calor se agradece la sombra que nos ofrecen los que están verdes porque hay muchos secos, esperando que los arranquen y pongan otro en su lugar. Pero ya habrá que esperar a que pase el verano.

Todo el mundo puede equivocarse pero cuando se hacen las cosas mal no queda más alternativa que reconocer el error y tratar de solucionar el problema. Se hizo la poda de estos árboles a destiempo, cuando ya había pasado la época, y además fue una poda brutal lo que motivó que muchísimos ejemplares se secaran. Lo normal es primero reconocer que las cosas se hicieron mal y luego poner remedio al daño causado reponiendo las plantas que se secaron. Bueno, pues ni lo uno ni lo otro. Nadie ha reconocido que fue una poda tardía y abusiva ni tampoco hemos visto que se haya remediado el daño.
Empezaron a replantar esta primavera pero otra vez lo hicieron tarde y el tiempo se les echó encima, por lo que no pudieron terminar. Así que ahí siguen esos troncos secos esperando a que los quiten dando muestras del escaso interés que tienen por reparar el mal causado.
No hacer las cosas bien lleva a esto: ofrecer esta imagen de abandono y un gasto innecesario aunque solo sea en mano de obra.

Si a la poda mal hecha unimos los árboles que se trasplantaron en la plaza de la Nora y en el paseo chico, volvemos a encontrarnos con la estampa que nos ofrecen unas plantas secas, como testigos mudos e involuntarios de la arbitrariedad y la sinrazón. Ni en el paseo chico ni en la Nora había razones para quitar unos árboles sanos para plantar otros con el resultado que la a vista está.
En la plaza de la Nora se sentaban nuestros mayores para descansar y echar el rato porque era un lugar agradable con abundante sombra donde además muchas personas podían abastecerse de agua para el ganado y las plantas. Ahora ni hay sombra ni se puede coger agua.

Tampoco han vuelto a reponerse los árboles secos de la plaza de abasto, frente a la Benéfica. Ya no vemos a la gente que antes se sentaba allí, en los bancos, bajo la sombra. No aguantaron tampoco estos árboles la poda salvaje que le hicieron y allí siguen secos.

Entre la poda y los trasplantes ¿Cuantos árboles se han secado con esa moda de arrancarlos de un sitio y ponerlos en otro? Árboles sanos trasplantados por capricho. Aparte del daño, ¿cuánto dinero nos ha costado esta ligereza?
Todo esto es una muestra más de una gestión basada en la improvisación y la falta de planificación.

Otro ejemplo más de una gestión pésima es no tapar los baches de algunas calles, prolongar las obras sin ninguna razón con continuos cortes de agua, no ocuparse de los problemas del tráfico o no poner los medios para que funcionen los semáforos que tanto tiempo llevan estropeados.
La improvisación y la descoordinación son tan evidentes que a veces se llega al extremo de tener obras del Ayuntamiento paradas por falta de dirección o de material para los trabajadores.

La gente ve estas cosas y se pregunta con razón ¿Por qué no se ocupan de lo que realmente importa, de solucionar los problemas que nos afectan, los problemas cotidianos, y que funcionen bien todos los servicios municipales?

Cambiando de tema. El representante del partido socialista nos censura que a veces nos salgamos de los Plenos. Esto lo dice refiriéndose al Pleno ordinario de enero donde expulsó al portavoz del PP. No dijo que en el pleno de marzo también expulsó a otro concejal del mismo partido. Otras veces le ha tocado a los concejales del CIO. Es tan estricto que no admite la más mínima réplica en los debates. No se acuerda de cuando él era concejal de la oposición, no se acuerda de las veces que interrumpía al alcalde de entonces o a este portavoz y nunca fue expulsado del pleno.

La postura de lo concejales de CIO, que ya se ha dicho en los plenos, es muy clara.
Mientras él no se ajuste a lo que establece el Reglamento de Organización y Funcionamiento de las Entidades Locales, interrumpiendo a los concejales o abusando del uso de la palabra, sin respetar lo que recoge la legislación sobre esto, nosotros actuaremos en consecuencia.

La ley refiriéndose al uso de la palabra en los debates es muy clara y dice:

Si lo solicitara algún grupo, se procederá a un segundo turno de palabra. Cuando termina este segundo turno, el alcalde puede dar por terminada la discusión que se cerrará con una intervención del ponente en la que brevemente ratificará o modificará su propuesta.

Dice bien claro que la discusión se cerrara con una breve intervención del ponente. No dice la ley que la cierre el ponente y luego el alcalde. A nosotros nos da igual que la discusión la cierre el portavoz o el alcalde, pero lo que no debe ser es que termine el debate el portavoz socialista y luego hable extensamente también el alcalde y mientras los concejales de la oposición callados y sin derecho a réplica.

Las reglas están hechas para que las respeten todos, no sólo la oposición. Otra cosa es aplicar la ley del embudo: lo ancho para mí y lo estrecho para los demás.

Desde luego esta es la forma de conseguir que se produzcan altercados y expulsiones en los plenos pues si él no respeta lo que dice la ley no puede pedir que los demás la respeten.

Nada más, buenas tardes a todos en nombre del Colectivo Independiente Olivero y muchas gracias.